NUESTRO DÍA A DÍA CON LAS SISTERS

Namaste!

Después de unos cuantos días desaparecidos en el combate, aquí llegamos con una nueva entrada para contaros que tal andamos por tierras indias. Desde el viernes ya estamos trabajando con las hermanas en Calcuta, y las tardes las hemos dedicado a terminar de cerrar el tour de vuelta hasta Delhi, donde cogeremos el vuelo que nos conducirá hasta Madrid. Es por esto por lo que no hemos podido crear nueva entrada, aunque hemos seguido todos los comentarios que con tanto cariño nos dejáis. 

Os contamos un poco… Como decíamos, desde el viernes estamos con las sisares… bueno…y hasta con casi un centenar de voluntarios que trabajan en las diferentes casas que las hermanas tienen en Calcuta. El día a día se desarrolla de la siguiente manera. Todo empieza a las 6:00 de la mañana con la misa en Mother House, que está a unos 20 minutos a pie desde el hotel o 7 minutos en taxi. En este trayecto tenemos que cruzar algunas calles de la Calcuta más profunda. Hoy queremos colgar, a petición popular en los comentarios, una foto de dichas calles donde aparecen las famosas vacas. Son tan sagradas aquí en la India, que hasta el perro se deja chupar por la vaca sin rechistar. 

Tras finalizar la misa, todos los voluntarios pasan a una sala, donde nos dan para desayunar el típico té con leche de la india, un plátano y un pedazo de pan. Minutos que aprovechamos para compartir experiencia y vivencias con personas de España, Méjico, Japón, China, Holanda, Polonia, USA y Francia, entre otros. Gente de todas las edades, profesiones y motivaciones diferentes que hacen que nos crucemos en esta situación y lugar tan especial y gratificante para todos. Un sinfín de historias tales como la de Andrew, un chico con el típico estereotipo militar americano, que después de una situación traumática en un conflicto decidió dar un vuelco a su vida, y entre otras cosas está compartiendo estos días con nosotros en Calcuta. Especial atención nos llamó el primer día la gran cantidad de españoles voluntarios en Calcuta. Tal es así, que la hermana encargada de los voluntarios nos da la información en dos idiomas, inglés y español. 

 

Una vez finalizado el desayuno, nos reunimos por grupo, dependiendo de la casa que las hermanas nos hayan designado, y salimos de camino utilizando los diferentes medios de transporte de las que disponemos en Calcuta. Aunque mañana Lunes es posible que cambiemos de casa, en principio nos han designado la casa “Pren Dam”. En la casa Pren Dam las hermanas tienen enfermos de toda clase, hombres y mujeres, algunos con importantes discapacidades y malformaciones. A Pren Dam llegamos alrededor de las 8:00 de la mañana, y el día a día en el trabajo allí conlleva entre otras cosas al lavado y tendido de la ropa, limpieza de suelos, afeitar a los hombres y peinar a las mujeres, echarles crema, hacer las camas, realizar curas, repartir comida, o simplemente sentarse un rato con alguno de los que están mejor para leer el periódico y comentar las noticias. Allí se termina cuando almuerzan y los acostamos, esto ocurre alrededor de las 13 horas, momento en el que emprendemos la vuelta a casa. En las curas de hoy, a Cari le ha sorprendido que con tan pocos medios y con tan poca asepsia algunas heridas que impresionan a cualquiera no están infectadas.

Hoy para Dani y Jesús el día ha sido diferente. En la reunión de ayer, la hermana encargada de los voluntarios dio la oportunidad de trabajar en la casa que tiene la congregación de los hermanos de la caridad en Calcuta. Allí, cada domingo la casa abre las puertas para acoger a los niños de un barrio en el extrarradio de Calcuta. Más de cien chiquillos a los que los hermanos duchan, desparasitan, juegan con ellos y dan de comer. Son solo unos pocos voluntarios lo que tienen la oportunidad de compartir este trabajo, de ahí que las chicas no hayan podido ir, puesto que el cupo de las mujeres ya estaba cerrado cuando nos apuntamos. Os dejamos una imagen de los chicos en el centro y en la calle, y otra en la que aparecemos el equipo de voluntarios del día de hoy. Ha sido agotador el día con los chicos, porque los niños eran extremadamente enérgicos. Imaginaros tener 100 sobrinos saltando y brincando sobre vosotros.

En vista de algunos comentarios, os podéis quedar tranquilos. Aunque por las apariencias de la fachada podéis pensar lo contrario, el hotel es un lujo en Calcuta, y estamos muy contentos con las comodidades que tiene. Y en cuanto a Sudder Street, nuestro barrio, ya vamos conociendo a algunos lugareños y ellos también se van familiarizando con nuestras caras. Os dejamos una foto de hace apenas un par de horas en una de las calles aledañas que desemboca en un gran mercado, el New Market. 

Bueno pues por fin aquí tenéis una nueva entrada que esperamos que os guste. Mañana comenzamos nuestra segunda semana en India, así que nos vamos a descansar para coger fuerzas.

Namasté!!